25 de agosto de 2010

"Me di cuenta rápido de que los cuentos infantiles que terminan siempre bien son sólo cuentos. De chica intuí que hay que confiar poco y en pocas personas; ahora comprobé que hasta el mejor amigo, que hasta el hombre de tu vida puede traicionarte. Que los humanos somos sólo humanos y por eso decepcionamos. Ahora pienso que si alguien me lo hubiera dicho desde el principio, habría sido todavía más cautelosa. Hubiera confiado menos y hubiera dolido menos. Pero no hubiera aprendido nada ni estaria aquí..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario