"
Me di cuenta rápido de que los cuentos infantiles que terminan siempre bien son sólo cuentos. De chica intuí que
hay que confiar poco y en pocas personas; ahora comprobé que
hasta el mejor amigo, que hasta el hombre de tu vida puede traicionarte. Que los humanos somos sólo humanos
y por eso decepcionamos. Ahora pienso que si alguien me lo hubiera dicho desde el principio, habría sido todavía más cautelosa.
Hubiera confiado menos y hubiera dolido menos. Pero
no hubiera aprendido nada ni estaria aquí..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario